El día 2 de enero próximo, entra en vigor la nueva prohibición de fumar en los lugares de trabajo, bares, restaurantes, edificios públicos etc. No creo necesario destacar que a este gobierno que padecemos, le encanta prohibir, es algo enfermizo, sin embargo, es altamente permisivo en otro orden de cosas, que no voy a describir, (cada uno que piense lo que quiera, que para eso soy defensor de la libertad).
Los fumadores, tendrán que hacerlo, generalmente en lugares donde se les pueda ver, en la calle y alejados de lugares y edificios públicos, en resumen, donde se les pueda señalar como los nuevos apestados del siglo XXI, los leprosos de la modernidad.
No tiene ningún sentido.
Vaya por delante, que yo no soy fumador, que llevo 47 años sin fumar, y que estoy convencido de que el tabaco es muy perjudicial. Creo, que todos debieran abandonar el hábito de fumar, pero por su propia voluntad, y no por que te obligue un tercero, ya sea el Gobierno o cualquier otro estamento.
Además, se prohibe fumar, y cuando sales a la calle, te tienes que tragar el humo "sanísimo" de los automóviles, que está "purificando" contínuamente la atmósfera que respiramos. Menos mal que los impuestos de que disfruta el tabaco, permite a los fumadores tragarse el humo sin ser perseguidos.
Creo que cuando vea un grupo de fumadores, me acercaré a ellos para compartir, no el humo, sino el rechazo a las prohibiciones.
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